jueves, 21 de abril de 2011

Nota 9. Mismo día segunda caída.

Ahora entiendo el punto del equipo de seguridad, en la primera caída lo único que llevaba era una chamarra de piel que me salvó de seguros razpones - quemadas en hombros y codos, pero traía tenis, que error, veinte días después todavía tengo secuelas de este día.
Llegué a casa, estoy fascinado con la moto, y adolorido pero feliz estos golpes no son nada, voy a volver a salir, voy a ir a recoger un paquete . En esta ocasión me pongo la chamarra, los guantes que me dio el ex dueño junto con el casco, el casco no me lo pongo porque no me deja ver lo que estoy haciendo, además de que huele a sudor y tengo una nariz sensible (ya hablaremos después de las razones para SI usar el casco), me pongo las botas con casquillo que uso para trabajar, sin duda si las hubiera traído en la primera caída hubiera salido bien librado.
Bien allá voy, persignado, recuerda lo básico, este es el freno, salgo para arriba o para abajo, que calle con tanta pendiente, bueno para abajo, salir en subida es muy dificil, voy a dar vuelta en la esquina a la derecha, con la primera o solo freno, bueno con la primera, freno con motor,  allá voy.
(esta es la esquina, tal cual quise dar vuelta y ahí donde se ve ese coche -lo bueno que no estaba- fue donde aterrizé)


Salgo de la cochera, suelto el embrague, es muy rápido, piso el freno, no frena no frena no frena intento tomar la vuelta, tuerzo el volante, llego casí al cordon, creo que apreté el freno delantero, no hay espacio, en una fracción la moto llega al piso recostada en la grava suelta, esta vez no ruedo doy un golpe seco en el pavimento de costado, supongo que la moto me aplastó el pie, como en la primera caída. Me levanto rabiando del coraje, no puede ser como me caí no entiendo que coraje, esta vez la moto se arrastro un par de metros sumado a la poca velocidad y la pendiente de la calle,  caímos en grava suelta en la orilla de la calle, de esa que tienen las calles viejas con poco transito,  intento levantarla, hago palanca, y la tumbo hacia el otro lado, se me vuelve a caer. 
 Por fin logro levantar la moto, no enciende, la dejo descansar un rato, recuerdo lo que me contaron, hay que dejarla un momento para que se asiente (supongo los fluidos) no arranca, veo que está tirando aceite, la caída golpeo la tapa lateral del motor con alguna piedra, se perforó, se esta desangrando, no puede ser, el primer día ya la jodí.


Inventario, una bota perforada sobre el casquillo; como me caí del lado contrario que hace rato, me lastimé el otro pié, el derecho pero sin lugar a duda la bota me ayudó muchísimo porque aunque me duele es mucho menos que como me duele el izquierdo, la cadera con un moretón, la chamarra raspada en hombros y codos, las manos bien, pero ya traía un raspón anterior en la mano izquierda, ahora si estoy todo jodido. Me unte por todos lados, me tomé el flanax, metí los pies en agua fría para evitar la inflamación, me cuesta trabajo cerrar la mano izquierda y definitivamente no puedo caminar (veinte días después aún me cuesta trabajo pisar con el píe izquierdo, aún cuando ya salí a correr, si piso mal me vuelvo a resentir, o si me pego en la punta del dedo gordo, la mano izquierda aun me duele y me quedaron puntos negros incrustados en la piel, las rodillas apenas acaban de caerse las costras -caida, fracción de segundo, lesiones meses-).







Que pasó.
1. La llanta delantera esta lisa, no tiene agarre.
2. Me entró el pánico por lo que perdí el control de la situación
3. Bajada, con velocidad la moto no se detiene, me faltó neutralizar – o no poner velocidad-, para que el motor no colabore con la inercia y la gravedad. 
4. Grava suelta
5. Curva cerrada
6. No pisé correctamente el freno trasero
7. Y sin lugar a dudas la razón principal, FRENAR CON EL FRENO DELANTERO Y TORCER EL VOLANTE.


Esto último, debí haberlo sabio antes. Al frenar en curva con la llanta delantera, la moto se clava, y el peso tiende a levantar la moto de su punto de gravedad, todo el peso en la llanta delantera que al estar ladeada simplemente no puede sostenerse vertical se barre y lo demás es historia, los trescientos kilos de la moto hacen el resto. Regla básica de motociclista, ahora lo se.
Como un video lo pasé en mi mente muchas veces, es novatez,  no prever los siete puntos anteriores.
Aún no había pagado toda la moto, al día siguiente iba a ver a el ex dueño y me moría de pena de que la viera raspada por los dos lados y además inservible, prender un motor con fugas de aceite es condenarlo a desvielarse. Por azares se ofreció amablemente a recoger el cheque a la casa, la acomodé lo mas pegada que puede a la pared del lado que estaba la fuga y cuando llego le enseñe el lado visible, le dije mira ya la empareje (yo con el píe super vendado y tratando de caminar natural aguantándome el dolor por la vergüenza), pues me la vendío ya con un acostón de un lado, inventando cuanta cosa para que no se acercara a verla.
 (Esta es el lado de la segunda caida, si te fijas bien puedes ver el parche de plastiacero en la tapa del motor, ya tenía el faro lateral estrellado, pero se arraspó aun mas de las micas)

(Este es el lado de la primera caída, se daño la direccional y se raspo la mica, también se rayó la tapa del motor pero no se perforó)

Pregunté a cuanta gente pude – incluidos mecánicos del lugar- , y averigüe que la fuga, si no es importante puede sellarse provisionalmente con plastiacero, lo cual me consoló en el momento, y me permitió hacer el primer viaje, a Plateros.


La rodé un rato con el parche, pero después conseguí un taller donde hacían soldadura de aluminio y me la dejaron muy  bien, también le hice el servicio en esa ocasión, aceite sintético titanium, cambio de filtros y bujías.

Al día siguiente hice el parche, lo limpié muy bien con thiner como me indicaron, intenté quitar la tapa yo mismo pero me di cuenta que al aflojarla se desprendía el empaque de caucho, así que también tendría que conseguir el empaque ademas de desmontar todas las cubiertas plásticas, así que mejor lo dejé para el especialista.


...Esa noche solo pude pensar en el dolor, y en que tan grave era el daño a mi cuerpo y a la motocicleta, aún cuando me despertó el dolor físico, mis fantasmas no me molestaron hoy, fue un muy buen día, aprendí mucho, fue una buena noche, aun cuando me tuve que levantar a poner hielo a las cuatro de la mañana. Gracias Dios por este día maravilloso, no se hace cuanto no podía decir eso...

miércoles, 20 de abril de 2011

Nota 8. Cuando el universo confabula, hay que ser terco, necio y obstinado. Parte II

Si algo soy es necio. Como chingados que no, regreso a casa, checo los estados de cuenta, no me voy a dejar vencer por vendedores incompetentes, por tiendas mediocres, si eso quiero eso voy a hacer, aunque no tenga dinero, qunque mis tarjetas estén reventadas, lo quiero punto ya lo decidí, no es negociable.
Esta vez no puede fallar nada, voy a la tienda de Independencia, cambio mi actitud por una mas humilde y suplicante, el mismo show, préndela, acomódala en la entrada, llena los papeles del seguro, enseñame el manual, no encontraban la llave para variar, todavía les explique vengo de la tienda del boulevard, taigo el dinero exacto, carga esta cantidad que traigo anotada a la tarjeta (checar, verificar, autorizar, sacar copias de credenciales, etc) pasa, pago el resto en efectivo, ya esta, oficialmente ya la compré.
Muy bien, checa bien los datos de mi factura por favor, que estén los datos correctos, murmuros entre ellos, me explican que no capturaron mi RFC en el pedido pero que lo van a corregir, se van, vienen, yo les digo, pues en lo que llenas tus papeles deja voy a poner gasolina de una vez, el tanque esta seco… ahorita ahorita… esto no huele bien.
Llega en vendedor me dice fírmeme aquí, que es pregunto, es una devolución, vamos a dar de baja la compra porque como no capturé el RFC hay que volverlo a hacer, bueno dame la factura así, después me la corriges, no es que ya la cargé en el sistema, fírmeme este es la autorización que solicita la devolución de el depósito a su tarjeta de crédito… haber compañero, una devolución no aplica inmediatamente, no voy a poder firmar otra vez diez y siete mil pesos, obvio que no va a pasar.. y así fue, la compré y la devolví, me regresaron mi efectivo.
No podía estar mas frustrado, todavía le dije al vendedor, sabes que, no me voy a enojar, lo voy a tomar con filosofía, por algo no debía comprar esa moto,  y todavía me conto una historia de una vez que el quería ir de campamento que llevaba dos llantas de refacción y que las dos se poncharon antes de salir, y que ese día, no se, se inundo a donde iban o se incendio o bombardearon el campamento. Que no llevan comisión? Como puede ser tan pendejo? No le interesa vender, esta de mas decir que el número de quejas no existe, no funciona. Ahora si me chingo, a aunque quiera obsesivamente no puedo comprar otra moto, no hasta que Elektra regrese el dinero a mi banco y entonces volver a intentar a sabes, de cinco a diez días hábiles. De verdad me voy a comprar un X box. Volví a casa frustrado, derrotado, vencido, saqueado, sin dinero, desmoralizado, que mas unas botellas de tinto seguro me harán olvidar, no lo puedo creer, no lo puedo creer.

Cuando el universo confabula, hay que ser terco, necio y obstinado. Y aún así, si algo no debe de ser, no sucederá, en ese momento no lo entendí, pero pensé verdaderamente, algún día voy a entender la razón por lo que esto no pudo ser.

domingo, 17 de abril de 2011

Nota 7. El Santo Niño de Atocha, Plateros, Zacatecas

Tercer día de motociclista, salgo sin rumbo a la carretera, !oh liberación! como caballos en estampida, llego al primer pueblo el ilustre Calera de Victor Rosales, a 30 kilómetros y creo que puedo llegar mas lejos, así que me vuelvo a montar y perfilo para el norte, otros treinta kilómetros, Fresnillo, si portara casco tal vez podría protegerme del sol, o, compro un bloqueador solar, ya que estamos aquí, que hay que ver, pues el milagroso y siempre mencionado Niño de Atocha. Mi fe ha sido pobre los últimos años, me he alejado de Dios y Dios se ha alejado de mi, han sido días intensos, y el miedo me ha hecho volver a decir mis oraciones cada que me monto en ese monstro mecánico que ha probado un par de veces ser mas fuerte que yo y mas pesado, para domar a la bestia, al menos necesito fe en mi mismo, cosa que tampoco he tenido en los últimos tiempos, así que venga de Dios porque hace mucho que dije que yo no podía solo con todo esto. Así que el potro de acero y caucho me ha traído hasta acá, los muros repletos de favores recibidos, yo me postro frente al altar y pido muy brevemente por mi salud y mi integridad física, cuídame en el camino, yo prometo portarme bien, cuidar mi salud, re confirmo mi compromiso moral de mantenerme sobrio (obvio si vas a conducir una moto, cualquiera sabe que tomar y manejar una moto es dispararse con una pistola cargada) de dejar de fumar, y cuando dejen de dolerme las articulaciones por las caídas, volver a hacer ejercicio, sin duda creo que solo cosas buenas pueden salir de este acuerdo, claro que prometo no convertirme en kamikaze y abusar de mi suerte, tomando un poco de velocidad se necesitan de 30 metros a 300 para frenar, no se puede perder de vista, muy poca área de contacto para el frenado, no es fácil parar un torpedo. Así que ya esta, salgo por la entrada principal después de escuchar a las señoras cantar el himno del santo niño, evadiendo los peregrinos que entran hincados, paso por el mercado toda una meca comercial alrededor de los milagros, comemos algo con el Yayo, y poniéndome los guantes con soberbia como cada vez, con ese placer que no conocía que se siente cada vez que te montas en la Katana, nuevamente mis oraciones y allá vamos de regreso, otros cien kilómetros que pasan en armonía y paz, a reserva de un dolor crónico que me ha aflorado en la nuca por la posición, sin duda también hay que fortalecer el cuerpo para tales faenas, habrá que ejercitar los trapecios y los hombros. Regreso a casa con la gran satisfacción de un primer viaje.










miércoles, 13 de abril de 2011

Nota 6. La píldora magica

…Antes de tenerla, los últimos días sacaba la cabeza por la ventana de la camioneta para sentir en la piel el aire y el sol, cansado de sentir dolor, esperando una caricia del viento...
Cuando manejas una motocicleta solo puedes hacer una cosa, manejar la motocicleta, no hay espacio para nada mas, todos tus sentidos están enfocados en una cosa, sobrevivir podría ser otra palabra adecuada, no hay espacio mas que para ver el camino, disfrutar la carretera, disfrutar el viento, el sol, al adrenalina, la emoción que te hace bajar temblando, ese momento después del miedo inicial y poder gritar “uuuuuuuuuuu juuuuuuuuuu”, es algo increíble, la fuerza del motor que te obliga a aferrarte al mando, se refleja en tensión en los hombros, después de un rato, cuando la primera emoción pasa, sin perder la concentración relajas los músculos de la espalda y los hombros, aflojar un poco si no el viaje no durará mucho pues seguro termina en calambre, escuchar el rugido del motor, sentir los cambios y como patea con potencia cada ascenso de velocidad y la certeza de que ya a buena velocidad no se detendrá fácilmente, hay que planear el freno con mucha anticipación, es tan intensa la emoción que hay quien la compara con la excitación previa al sexo; el nerviosismo de estar con una mujer, para mi es mas como la píldora mágica de Aldous Huxley, un valium que me olvida por instantes de los problemas, que me aleja un momento, pequeño o grande de mi dolor. Después de bajar queda la vibración en las manos, pero ya me siento más relajado, más tranquilo, después de todo es un profundo ejercicio de concentración donde se disponen todos los recursos a un solo fin, de otra manera, estaría buscando un cigarro que fumar una botella que vaciar, o tal vez es solo mi compromiso de abstinencia, conmigo mismo y con mi Dios, “yo voy a cuidar mi salud, cuida de mi integridad física”, un pequeño pacto secreto que se que no me va a caer nada mal.
…Mas sin embargo hay una herida muy profunda que no se olvida, que no deja de sangrar, y es la impotencia  de no poder cargar a  mi bebe …

jueves, 7 de abril de 2011

Nota 5. Inducción básica. Antes de y como arrancar una motocicleta.

Todo lo que nadie me dijo que me debieron haber dicho, sigue estos consejos y podrás arrancar con éxito y tal vez rodar lejos.
Por supuesto antes de cualquier cosa hay que colocarse el equipo de seguridad, no durante, no después, antes de subirse, no es un juego, es un ritual preciso que si se sigue con orden llegaras al éxito, tener una moto implica disciplina, responsabilidad, respeto por ti mismo y a la maquina, mas si se trata de una una maquina grande, mas grande la máquina , mayor puede ser el daño, si alguien me hubiera dado esta pequeña inducción me habría ahorrado muchos dolores de cabeza.
Además antes de subir hay que hacer una inspección visual y general del equipo, como cualquier motor, niveles de aceites (motor y frenos) que no existan fugas donde esta estacionada, nivel de aire de las llantas, que la cadena no este floja o colgada, revisar el conducto de combustible que este abierto (sobre todo si no es tu moto o si la manejo alguien mas pueden haberlo cerrado, esta del lado izquierdo debajo del tanque y comúnmente dice on/off, es una llave de media vuelta, así que si no dice nada pues alineada al conducto abierta, perpendicular cerrada, algunas motos tienen la opción de accionar el tanque de reserva) puedes aprovechar para pasar una felpa por el equipo y que luzca impecable. En este punto checar que las luces funcionen correctamente no esta de mas.
(Estamos suponiendo que sabes donde esta el acelerador, donde los frenos, cual es el embrague, cual es la palanca de cambios y como funciona una maquina de velocidades, familiarizado con las luces, el claxon, las direccionales,  las intermitentes, el ahogador, ok ok  después de escribir este post  subo un diagrama de donde están cada uno de los mandos.)
1.       Como subirse a la moto. Existe un lado para subir, y es el mismo que se utiliza para bajar, hay que pararse del costado izquierdo de la moto, levantar el pie derecho y montarla, la razón es por el apoyo de la moto, y una vez mas la física básica, las posibilidades de caerte si lo haces por el otro lado aumentan pues desequilibras el apoyo, es decir, lo sobre cargas si dejas caer tu cuerpo sobre la patita, si subes por el lado correcto el peso de la moto recibe tu peso y se  equilibra el asunto.
2.       Una vez arriba lo primero antes que nada es levantar la pata de apoyo, ahora tu con tu cuerpo y piernas haces el trabajo de sostener la moto, si no lo haces en ese momento como un ritual, seguro lo olvidarás, así se hace punto, créeme arrancar con el apoyo abajo solo genera problemas. Algunas motos cuentan con un seguro, simplemente no encienden, o si metes una velocidad y el apoyo esta abajo la moto se apaga, si te sucede solo te veras como novato, pero te puedes ahorrar una caída, así que es un buen candado.
3.       Lo siguiente es se inserta la llave, se libera el manubrio y se so coloca en la posición de ON
4.       Check list de nuevo, que te puede salvar la vida, freno delantero, freno trasero, que estén firmes, que funcionen mientras presionas el embrague, comúnmente se estaciona la moto con la primera metida para que el motor neutralice el giro de la llanta trasera y no se mueva mientras esta estacionada
5.       Coloca la neutral, algunas motos simplemente no encienden si no estas apretando el embrague cuando lo arrancas, pero los que no, suelen salir disparadas si te brincas este paso.
6.       Abrir switches o interruptores, se supone que ya viste donde esta el del combustible y cuales la posición de abierto, bueno, si estaba cerrado este es el momento para abrirlo, el otro interruptor que tienes que abrir es el eléctrico que esta arriba del mando del acelerador. Tal vez en este punto empiece a parecer complicado, pero es como cuando tomas tus primeras clases de manejo, en algún momento lo harás en automático, casi sin pensar en ello, por eso es importante que lo hagas como un ritual, para que tu cerebro lo aprenda, es mas fácil aprenderlo si lo haces con orden siempre de la misma manera.
7.       Bueno el momento de persignarte es este, si no crees en Dios también es un buen momento para empezar a creer, intentar santiguarse después de este momento o de darle el beso al santo de tu preferencia va a ser muy complicado y solo pondrá en riesgo tu integridad física, después de este punto tus manos tienen que estar siempre en los controles, claro, cuando tengas mas práctica podrás parar la moto para rascarte la nariz o contestar en celular, pero lo que nunca debes de perder de vista es que cuando conduces la moto solo debes de conducir la moto y nada mas, y no estamos hablando de tu capacidad que seguramente puedes hacer muchas cosas a la vez, se trata de poner tu atención a 360 grados del entorno y estar preparado para frenar acelerar o maniobrar y que nunca que te agarre descuidado un auto saliendo de una intersección, un cuate que cambia de carril sin direccional un perro o un balón en la calle, incluso un insecto en la boca, pero ya hablaremos de las reglas básicas al conducir, lo importante ahora es que tus manos estén donde tengan que estar, las cintas amarradas y dentro de los zapatos, el celular firmemente guardado, la cartera o lo que vallas a llevar todo en su lugar.  Ahora, si no has prendido la moto en unas horas, es decir el motor esta frío, hay que poner el ahogador.
8.       Oh momento glorioso, subes tu pie derecho, presionas el freno (sobre todo si estas en una pendiente) presiona el embrague (lo que libera el peso de la moto) y ahora el botón mágico del encendido, acelera un poco si fuera necesario. No funcionó? Te brincaste un paso, repasa otra vez los puntos, si esta muy fría pues vas a necesitar varios intentos, recuerda no dejar apretado el botón de arranque por mas de cinco segundos que no es bueno para la marcha, si en tres series de  cinco segundos no prende es que algo anda mal, conviene revisar otra vez. Si funcionó? Disfrútalo por unos minutos ese zumbido glorioso que te conduce a la libertad, mientras se calienta la máquina, nunca debes acelerar un motor frío: se jode.
Bien, también puedes prenderla con la velocidad adentro y así arrancar en seguida, si el motor no esta frío,  incluso puedes dejarla unos minutos para que se caliente mientras cierras la puerta para que no se salga el perro, asegúrate que no hay pendiente o inclinación en donde este estacionada y que la moto no se moverá que no la quieres encontrar en el piso cuando vuelvas. Es un buen momento mientras esperas para probar las luces, sirve que no te vas a ver tan tonto solo sentado viendo pasar las moscas.
Te recomiendo también que antes  de salir de casa le eches una buena revisada al manual para que te familiarices con las especificaciones de la motocicleta, cantidad de cambios,  tipo de combustible y aceite que utiliza, imprescindible saber manejar autos estándar, te ayudará mucho tener entendido como funcionan los cambios, y conocimientos básicos de motores, cosas como si es un motor de dos tiempos utiliza aditivo con la gasolina, si es de cuatro tiempos la gasolina le entra directo, distinguir entre el aceite del 40 (espeso grueso obscuro y va en el motor) y el del 200 (delgado, rojizo y va en el sistema de frenos) para en caso de que detectes una fuga, o al menos saber que partes estarán muy calientes como para tocarlas con la mano o con la pantorrilla.
…En este momento, me recorre el nerviosismo, respiro hondo y me digo a mi mismo, yo controlo la maquina, el freno es mi amigo, con calma, meto el embrague, meto primera y a rodar…
Ya hablaremos de cómo parar y desabordar, prácticamente son los mismos pasos a la inversa, pero ya lo veremos en otro post, solo quiero recalcar se baja siempre del mismo lado del que te subes después de colocar el parador.

miércoles, 6 de abril de 2011

Nota 4. Cuando el universo confabula, hay que ser terco, necio y obstinado. Parte I.

Al fin llego el día, lo recuerdo bien era sábado, yo paseaba por el centro de la ciudad como alma en pena tratando de huir de mis ideas, de mi realidad, buscando algo que me distrajera, quedarme en casa solo podía significar beber y beber hasta la inconsciencia, fumar y fumar hasta voltear los pulmones, mi vida rutinaria se había convertido en eso, levantarme, trabajar, volver a la casa de descanso de la empresa, tomar y tomar hasta quedarme dormido, así se habían ido mis días, meses desde mi llegada aquí. Los fines de semana eran una tortura peor, si no había trabajo, solo quedaba yo y mi soledad y mi miedo a vivir, a salir al mundo, la paranoia se estaba instalando en mi conciencia, que estará pasando allá con ella, que miedo salir y que me roben la camioneta, acaso sacará a los perros a pasear, me iban siguiendo esos del taxi blanco, estaba enloqueciendo por un lado, muriendo de tristeza por el otro. Aquel sábado estaba tratando de escapar de todo esto, y ahí vi una oportunidad, una idea largamente saboreada, en una tienda de abonos chiquitos vendían una motocicleta, con líneas deportivas en color rojo y negro, rines cromados, parecía veloz, era la mas grande de la tienda motor de doscientos centímetros cúbicos de cuatro tiempos, no puede ser mas fácil, ósea que solo hay que ponerle gasolina y ya esta. A disfrutarla. Hoy es tarde, vendré mañana por ella.
Casi no pude dormir de la inquietud, de la excitación, ya me veía conquistando la ciudad, que digo la ciudad, el estado y todas sus carreteras, el único límite será el tiempo y mi determinación, a la mañana siguiente revisé el último deposito que hice a mi tarjeta de crédito, debe de haber dinero suficiente, si es necesario, sacaré un poco de la cuenta de nómina. Llegue no muy temprano, haciéndome el interesante, y este motor es de cuatro tiempos? Bien y tiene enfriamiento por aire? Bien, préndala para mi por favor, al primer apretón de palancas vi caer una tuerca no se de donde cayó, démela joven ya veré donde le falta, que si vende seguro, que si me regala el casco, bla bla bla, donde pago me la da ahorita? Tenga esta hoja de pedido pase a la caja, el letrero de si espera mas de diez minutos llame a este número de quejas, a van mas de diez, lo voy a anotar solo en caso de, bien mi turno, cárgela a mi tarjeta por favor, como dice no pasa? No problema, cárgeme cinco a esta tarjeta de debito y el resto a la que tiene en sus manos, como que no acepta dos tarjetas, esta segura? Esta bien, deme mi tarjeta, donde hay un cajero, que suerte esta aquí cerca, me vuelvo a formar, como puede llegar tanta gente en tan solo unos minutos otra fila de veinte minutotes, porque no abren otra caja, esta vez si voy a hablar a quejas, parece que no me quieren vender. Ya volví señorita, mire aquí tiene, cinco en efectivo y el resto a la tarjeta de crédito, va a pedir autorización? Que no lo había echo ya? Esa llamada duró mas de quince minutos, esta bien entiendo ese es el procedimiento, para mis adentros solo pensaba no te estreses, este es un buen día algo bueno esta pasando deberías estar feliz, vas a cumplir un nuevo sueño, la autorizaron que bien, haber que no pasa? Solo traigo cinco mil, bueno, voy otra vez al cajero, debo de poder sacar al menos otros mil, repito todo el circo y por tercera ocasión la tarjeta no pasa, algo no esta bien, me acerco con el vendedor que me pregunta ya estuvo? Porque esa moto no se la puede llevar, es una devolución, hay que pedir un traspaso de la tienda de Independencia, en ese momento piensas que clase de ética del vendedor, yo le pregunté puntualmente, me la puedo llevar y respondió que si, bien ahora entiendo por algo pasan las cosas iba a salir sin mi dinero y sin la moto, voy a comer algo, por los nervios ni hambre había tenido.
Llego a la casa, un poco frustrado, un poco melancólico, bueno, por algo pasan las cosas, tres intentos que mas podía hacer, por alguna razón no debía subirme a esa moto, porque no pasó mi tarjeta, quería diecisiete mil pesos, yo deposité veinte hace unos días, un ojo a mi estado de cuenta en línea, que? Increíble mi saldo disponible dieciséis mil novecientos noventa, me cargaron manejo de cuentas y recargos no pasó por diez pesos. ¿Hay un mensaje oculto en todo esto?
Italika RT 200 , parece una moto de verdad, o no?

martes, 5 de abril de 2011

Nota 3. Primera caida


...Tal vez sea una moto muy grande, o muy pesada... tal vez debí haberme conseguido equipo de seguridad, y eso que no me puse el casco, que fue lo que paso? creo que me apaniqué, lo que mas me duele es el golpe a la moto, ese era su lado bueno, bueno, al menos ya la emparejé, ya está igual de arrastrada de los dos lados, tal vez debería intentar levantarme... Que dolor en el pie, estará roto? no puedo pisar, que mas me duele deja hacer inventario, no es tan grave me tomaré unos minutos para recuperarme, la moto estará bien? bueno al menos prende, las rodillas me arden, seguro hay sangre, es mejor no pensar en eso, ni modo que me baje los pantalones aqui. Increíble no llevo ni cinco cuadras tal vez diez, necesito tomar confianza, es una locura esta colonia subidas bajadas por todos lados, topes, grava suelta, que locura ...

El primer día que tome la moto nunca había manejado una,  al final podría cerrar la brecha entre la teoría y la práctica, una vez me dijeron no seas zopilote, de esos que planean y planean y planean pero nunca ejecutan, bueno ya estaba hecho la moto en el piso yo todo revolcado, la opción era seguir adelante, porque renunciar no era opción, con todo el miedo del mundo me levante, preferí no revisar mis heridas, me podía mover, de verdad es una colonia muy complicada, pero lo siguiente que tiene que suceder en algún momento es salir al libramiento de tránsito pesado pues queda muy poca gasolina, después de una hora de practica a bajas velocidades me atreví a salir a la gasolinera, hubo que acelerar por primera vez arriba de 50 que experiencia, llegué a la gasolinera sintiéndome un ganador,  siguieron 80 kilometros incluyendo la primer corrida a 140 km/hr, acompañadas por supuesto de un gran grito yeeeeehaaaaaaaaa!!!! Incluso me animé a entrar a la ciudad, llegué a una farmacia a comprar un desinflamante, eso seguramente iba a doler mañana, incluso hasta me compré unos lentes amarillos de soldador, pero este día todavía no terminaba...faltaba otra caida... esa noche me despertó el dolor.


Nota 2. Nunca he manejado una moto.


En la cuadra había muchos niños, yo de esa camada era de los menores, el mayor posiblemente arañaba los 20, hermano mayor de otro de los chicos, eran los ochenta, un día como cualquiera, el chico mayor Jose Juan sin el consentimiento de sus padres compró una moto, para mi era una moto cross, muchos años después supe que era una enduro, posiblemente 125 o 150 c.c. Aquel chico al que admirábamos por ser el mayor, el que tenía novia, sabía manejar un camión, ahora wow, tenía una moto, alguna vez yo  le escondí la motocicleta en el patio de mi casa. En una ocasión, Jose Juan,  al llegar a su casa le pidió a otro de los muchachos que le cuidara la moto a la vuelta de su casa, el “ricky” al ver la ocasión pronto estaba montado en la moto dando sendos recorridos por la colonia, no faltó el que pidiera una vuelta, de rato ya era un carrusel, alguno otro de los muchachos mayores tuvo la brillante idea, “préstamela a mi” y el Ricky se la prestó a Pedro y a Luis y a Chonito y  llegó mi turno, sabes manejarla verdad? Rápidamente repasé todas las instrucciones por mi mente, lo había analizado arduamente, yo sabía lo que tenía que hacer entendía perfectamente como funcionaba esa máquina, había repasado ese momento en mi mente miles de veces, lo había soñado… Si respondí con firmeza, si se manejarla. Siendo yo un chico alto no tuve problema en montarme en la moto, meter el embrague, meter la primera, soltar el embrague… y ahí iba yo disparado como bala de cañon, la moto reparó de golpe levantando la llanta delantera, pero yo no perdí la calma, estaba concentrado, en meter segunda, cuando se mete segunda? Logré escuchar un algarabío detrás de mi, los chicos corrían, yo frené, pregunte sin entenderlo ¿que pasó? Me bajaron de inmediato, asustados, pensamos que te ibas a caer dijeron, ¿no viste como arrancaste?
Me quedé esperando una segunda oportunidad que nunca llegó con el paso de los años, extraña analogía esta, pero pienso que es como con los niños, cuando los cargas la mamá se asusta porque piensa que no sabes lo que haces, y aún cuando uno tiene ganas de jugarlos, voltearlos, lanzarlos al aire, es mejor no hacerlo por la tranquilidad de la madre, con las motos es lo mismo, después de todo habrá que esperar a tener la propia si no quieres que nadie te reclame por haberla roto.
Jose Juan después de un tiempo cambió su moto chica por una moto mas grande, creo que fue porque aprendió a manejarla bien y se sintió seguro de montar una mas potente, no se si esto lo contó en las muchas pláticas que teníamos, de esas que tienen los chicos de la cuadra, que se reúnen casí diario y hablan de todo, y los grandes cuentan sus experiencias, y los chicos hacen preguntas, esos tiempos fueron buenos, buenos amigos, muchos partidos de futbol, de beisbol, de tochito callejero, de rebotes de balón en la cochera, de molestar al vecino gruñon. En mi se quedó la idea de aprender en una moto chica, y después la moto que quieres.
Jose Juan siguió siendo una leyenda, tuvo un auto deportivo, el cual volteó en la carretera y salió ileso, vivió para contarlo, tuvo muchas peleas, tuvo muchos otros accidentes, tuvo muchas novias hermosas, hizo buenos negocios, vivió una buena vida, hasta qué murió en un accidente automovilístico, y no, el no iba al volante, manejaba su hermano menor, Luis, en ese accidente murieron su primo y un amigo suyo que era su socio, para mi ambos siguen siendo una leyenda, que me enseñaron muchas cosas, y también de motos.
 
 
Honda Custom, así recuerdo que era la moto de Jose Juan.

lunes, 4 de abril de 2011

Nota 1. Diarios de Motocicleta

En mi vida siempre ha existido la fascinación por las motos. Cuando niño siempre conté con el sabio proverbio de mi padre: no te compro moto porque te quiero. Y por muchos años lo creí. Las motos son malas, las motos matan, después de todo siempre es mas fácil encontrar razones por las que el "no" es mejor respuesta, siempre es mas fácil dejar pasar, siempre es mas fácil vivir del miedo, siempre es mas fácil dar explicaciones para no hacer las cosas que hacerlas. Tener una moto definitivamente tiene muchos contras.
Diarios de motocicleta, cuando vi cuando la película no puede evitar imaginarme a mi en esos personajes, por supuesto no soy el Che, sino esos muchachos soñadores en busca de aventuras, queriendo hacer el bien, aventándose a lo hondo, con ganas de vivir.
La vida me ha llevado por muchos lugares, muchas personas, muchas ciudades donde vivir, soy un joven viejo, como algún día fui un niño viejo. Llego de nuevo al punto, como todo ciclo donde siento que no queda nada, que las batallas ganadas o perdidas al final me han dejado como al principio con las manos vacías, en mi corazón solo encuentro dolor, tristeza soledad y un vacio como de “amoroso” de costilla a costilla.
Vuelvo la mirada al horizonte, excavo en lo profundo de mi alma buscando algo que me consuele, que no me haga sentir miserable como todo lo que ha pasado en los últimos años, voy recorriendo años y años atrás, en busca de un pensamiento puro, de una idea noble, de un sueño, y ahí esta, “quiero una motocicleta”, un sueño de un niño, un sueño dentro del cual se hilaban muchos otros sueños, viajes, lugares, personas, experiencias bonitas, de aquella época en que los sueños no se regían por el miedo, por lo que dirán las demás personas, eran sueños puros auténticos, ilusiones de la infancia.
Necesito salir, necesito salir de aquí, quedarse significa morir, salir significa intentar vivir, salir de mi situación, salir de mi alcoholismo, salir de mi tabaquismo compulsivo, escapar de esta mente negativa que lo único que me repite es: ya se jodió todo, nunca serás feliz, tu vida esta arruinada, todo esta mal, todo seguirá mal, solo será peor, cualquier decisión que tomes te condena, una a la infelicidad otra a la soledad.
Reniego de todo esto, no estoy de acuerdo, me reuso a aceptar la condena, prefiero morir a vivir así, hay un grito desesperado desde el fondo de mi alma, que no calla hasta quedarme sin aliento, no estoy dispuesto a morir lentamente, quiero vivir ¡quiero vivir!