lunes, 4 de abril de 2011

Nota 1. Diarios de Motocicleta

En mi vida siempre ha existido la fascinación por las motos. Cuando niño siempre conté con el sabio proverbio de mi padre: no te compro moto porque te quiero. Y por muchos años lo creí. Las motos son malas, las motos matan, después de todo siempre es mas fácil encontrar razones por las que el "no" es mejor respuesta, siempre es mas fácil dejar pasar, siempre es mas fácil vivir del miedo, siempre es mas fácil dar explicaciones para no hacer las cosas que hacerlas. Tener una moto definitivamente tiene muchos contras.
Diarios de motocicleta, cuando vi cuando la película no puede evitar imaginarme a mi en esos personajes, por supuesto no soy el Che, sino esos muchachos soñadores en busca de aventuras, queriendo hacer el bien, aventándose a lo hondo, con ganas de vivir.
La vida me ha llevado por muchos lugares, muchas personas, muchas ciudades donde vivir, soy un joven viejo, como algún día fui un niño viejo. Llego de nuevo al punto, como todo ciclo donde siento que no queda nada, que las batallas ganadas o perdidas al final me han dejado como al principio con las manos vacías, en mi corazón solo encuentro dolor, tristeza soledad y un vacio como de “amoroso” de costilla a costilla.
Vuelvo la mirada al horizonte, excavo en lo profundo de mi alma buscando algo que me consuele, que no me haga sentir miserable como todo lo que ha pasado en los últimos años, voy recorriendo años y años atrás, en busca de un pensamiento puro, de una idea noble, de un sueño, y ahí esta, “quiero una motocicleta”, un sueño de un niño, un sueño dentro del cual se hilaban muchos otros sueños, viajes, lugares, personas, experiencias bonitas, de aquella época en que los sueños no se regían por el miedo, por lo que dirán las demás personas, eran sueños puros auténticos, ilusiones de la infancia.
Necesito salir, necesito salir de aquí, quedarse significa morir, salir significa intentar vivir, salir de mi situación, salir de mi alcoholismo, salir de mi tabaquismo compulsivo, escapar de esta mente negativa que lo único que me repite es: ya se jodió todo, nunca serás feliz, tu vida esta arruinada, todo esta mal, todo seguirá mal, solo será peor, cualquier decisión que tomes te condena, una a la infelicidad otra a la soledad.
Reniego de todo esto, no estoy de acuerdo, me reuso a aceptar la condena, prefiero morir a vivir así, hay un grito desesperado desde el fondo de mi alma, que no calla hasta quedarme sin aliento, no estoy dispuesto a morir lentamente, quiero vivir ¡quiero vivir!

2 comentarios: